Y lo más simpático es que la única vez que me caí en moto iba en una máquina ratona, scooter china, como a 40 km/hr. Pero la caída fue suficiente para asustarme. Quizás porque iba con mi hermana detrás mío.
Para quien nos haya visto, debe haber sido comiquísimo. Ibamos por una calle en Antofagasta y debíamos doblar en una esquina. Era una esquina amplia, generosa, nada mezquina. En resumen, doblar era muy fácil. Comienzo a tomar la curva, había gravilla suelta y la maldita rueda enana de la moto china no se agarra nunca al asfalto. Nos vamos de lado y cada uno cae como puede. Estiro el brazo izquierdo para amortiguar el golpe. Siento las piedrecillas rasgar mi piel. La moto cayó sobre mi pierna. Pero no me dolió.
Como puedo me paro para ver qué pasaba con mi hermana. Creo que ella cayó arriba mío. Nos sacamos los cascos, nos miramos y juajajajajajajaja..... Nos reímos mucho.
- Estás bien?
- Sí... y tú?
- También.
Recogimos la moto y reanudamos rumbo a casa. Llegamos a curarnos. Ella es médico veterinaria, así que no tuvo problemas en atenderme.
Dos horas antes de la caída.
- Alexis, tú sabes manejar motos, cierto. Tengo que ir a buscar la moto que me compré al centro y no quiero ir sola.
- Alexis, tú sabes manejar motos, cierto. Tengo que ir a buscar la moto que me compré al centro y no quiero ir sola.
- Obvio que sé manejar motos, además el scooter es más fácil, sólo aceleras y frenas. Andar en bicicleta es más difícil que eso.
- Ya, entonces tú manejas.
- Claro, tranquila.
Y así fue como le tomé miedo a las motos y como la flamante máquina de mi hermana llegó rayada a casa en su estreno. Ella siguió andando en moto, yo no. "Como dicen por ahí, hay dos tipos de motociclistas, los que se caen y nunca más se suben a la moto y los que se caen y vuelve a subirse", filosofó ella. Yo, claramente, pertenezco al primer grupo.
Así no más fue...debo añadir, que había un caballero que nos miró todo el rato, y no hacía más que mirar, pues estábamos en el suelo y nos siguió mirando sin pregunta alguna...en fin, supongo que nuestra tragicomedia era para todo espectador...
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