
De la nada salió una entrevista con Carlitos Páez. ¿Quién diablos es Carlitos Páez?, se preguntarán ustedes. Bueno, él es nada menos que uno de los sobrevivientes de la tragedia de Los Andes, esa de 1972, en la que un avión uruguayo se estrelló en la montaña con 45 personas.
En la tele han dado muchas veces la película “Viven”. Ahí está la historia enterita. No sólo asombra el que los 16 sobrevivientes hayan resistido 72 días en la nieve, sino que también el que se hayan alimentado de carne humana para salir adelante.
¿Y DIOS?
Es raro estar frente a un personaje que, sin duda, es histórico. Uno hace las preguntas obvias, pero lamentablemente el tiempo y espacio limita. La hoja es finita. Pero en la cabeza quedan muchas dudas, inquietudes…
¿Se enojó con Dios?, le pregunté. “Sí”, me respondió, pero después me dijo que finalmente entendió que todo había sido una lección de vida. Dura, porque perdió a sus mejores amigos, se sintió abandonado, olvidado, pero buena al fin y al cabo.
“Es mejor un mal piloto que un buen cura para llegar a Dios”, comentó medio en broma medio en serio. Y remató: “Dios aparece en caminos insospechados”. Totalmente de acuerdo.
La entrevista completa este domingo 11 de mayo en El Mercurio de Antofagasta.
¿Se enojó con Dios?, le pregunté. “Sí”, me respondió, pero después me dijo que finalmente entendió que todo había sido una lección de vida. Dura, porque perdió a sus mejores amigos, se sintió abandonado, olvidado, pero buena al fin y al cabo.
“Es mejor un mal piloto que un buen cura para llegar a Dios”, comentó medio en broma medio en serio. Y remató: “Dios aparece en caminos insospechados”. Totalmente de acuerdo.
La entrevista completa este domingo 11 de mayo en El Mercurio de Antofagasta.
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