Esta es una de esas cosas que uno nunca termina de entender. En octubre nuestro señero y futurista alcalde, el señor Daniel Adaro, viajará a China junto a cuatro concejales. ¿Para qué? Según ellos, para participar en los festejos de los 50 años de la ciudad de Tongling. Aunque están invitados por el gobierno chino, a mí me huele más a un paseo. Un simple y vil paseo.
Es que no es la primera vez que pasa. Hace tres meses el alcalde se mandó flor de gira por Europa, junto a sus prohombres, para recoger ideas y aplicarlas a su inefable proyecto de Macrociudad.
Lo único que ganó la ciudad con ese viajecito -de 20 días por ciudades como Barcelona, Roma y París y que costó como 80 millones-, fue la genial idea de ponerle "lucecitas" a las criticables grúas Macosa que el alcalde instaló en el paseo costero como gran atractivo turístico. "Como la Torre Eiffel", ha dicho el edil.
Ahora, para asegurarse y no ser criticado, en la delegación van concejales de la oposición, como Robert Araya y Gonzalo Santolaya, dos hombres duros en el Concejo Municipal que cada vez que pueden le dan al alcalde. Habrá que ver con qué genial idea llega nuestro alcalde.
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