
Prat con Matta. 13:14 horas. Vísperas del Día del Niño. Este menor intenta vender globos disfrazado del oso Winnie de Pooh. Debería estar en clases. Lo sigo un rato. Baila, mueve sus brazos y se acerca a otros niños. Intenta vender sus globos, mirado de cerca por dos adultos.
Está cansado. Se sienta, se saca la cabeza y respira. No pasa ni un minuto y otra vez a la rutina. No está sólo. Otros niños disfrazados como los amigos de Barney lo acompañan. Seguramente mañana, el sábado y el domingo seguirán haciendo lo mismo. Para ellos, claramente, el Día del Niño no es una fiesta. Es el lado B.
Está cansado. Se sienta, se saca la cabeza y respira. No pasa ni un minuto y otra vez a la rutina. No está sólo. Otros niños disfrazados como los amigos de Barney lo acompañan. Seguramente mañana, el sábado y el domingo seguirán haciendo lo mismo. Para ellos, claramente, el Día del Niño no es una fiesta. Es el lado B.
Fotos: almota
El consuelo más simple, el niño pdoría estar trabajando en algo peor, pero definitivamente debería estar estudiando. Que bueno hermano mío que puedas hacer estas denuncias de algún modo, peor es no hacer algo al respecto y contemplar la situación. Mientras hayan personas que digan o hagan algo al respecto podemos confiar en que a estos niños en algún momento tendrán algo mejor.
ResponderEliminarSalu2
Almota:
ResponderEliminarque mala... esta situación es como una gran paradoja ninños trabjando en el día en que se celebran sus derechos... ¿que onda? y donde está la utoridad para fiscalizar?
seguro que andan puro celebrando...
Susana