
Tuve en mis manos un
iPhone, el estiloso aparato que Apple acaba de lanzar al mercado estadounidense. Chile no está ni por si acaso considerado en los planes de Steve Jobs, por lo que quien quiere tener uno de estos espectaculares teléfonos (por llamarlo de alguna manera), tendrá que comprarlo en EE.UU.
Tuve en mis manos un iPhone y puedo decir que es espectacular. No sé si habrán más en Chile, pero el que pude ver es de Leo Prieto, el editor de
fayerwayer, quien se compró uno en Nueva York. Me lo prestó en el lanzamiento de los nuevos celulares de Nokia, donde claramente opacó a los E61i y E65, tal como lo consignó
acá El Mercurio.
Si el
iPod ya es bueno, debo aceptar que el reproductor se ve arcaico al lado del iPhone. Parece una simple cajita con una opaca pantalla, en comparación con las líneas estilizadas de la joyita de la manzana. No tiene botones y todas las operaciones son al tacto sobre su suave pantalla. Aunque en Chile no funcionan como celulares (ATT no opera en esta parte de mundo), puede ser usado como un conveniente iPod (hasta 8 giga), que saca fotos, con agenda, calendario y navega en internet (wi-fi). Tiene críticos, claro que sí, pero a mí me gustó. Y mucho.