Esta semana el Colegio Médico de Antofagasta denunció altos niveles de plomo en tres poblaciones de Antofagasta (Coviefi, Playa Blanca y Jardines del Sur), tocando así un tema sensible para los antofagastinos, ya que tal como ocurre con el arsénico, los severos daños que este metal pesado causó en el pasado siguen penando. Un trauma.
Claro que la denuncia de los médicos fue con trampa, porque si bien hay plomo, no por sobre los niveles internacionalmente aceptados. Es decir, no en cantidades que dañen a la población. La Autoridad Sanitaria dijo que sólo es "polvo sedimentado" producto del humo de los autos, construcciones y un sin fin de fuentes. En resumen, en una ciudad siempre habrá plomo.
CRITICAS
Cuando el presidente de los médicos, doctor Hugo Benítez, lanzó la denuncia, emplazó directamente a la intendenta Marcela Hernando a hacerse cargo del "problema de salud pública" y buscar una solución esta situación que estaría dañando la salud de los niños. Desde el Gobierno se criticó, aunque no públicamente, la postura de la Orden, porque se está alarmando a la ciudadanía con "conclusiones apresuradas y ligeras".
Aunque algo de razón tiene el Gobierno (ni en Playa Blanca, Coviefi y Jardines del Sur las concentraciones de plomo son alarmantes), no es menos cierto que la segunda parte de la denuncia de Colegio Médico es un hecho comprobable: que en la Estación Portezuelo, donde se almacena el plomo boliviano, a unos 25 kms de Antofagasta, sí están los suelos contaminados.
CONCENTRACIONES
Allá se almacena el metal al aire libre y los vientos arrastran las partículas, diseminándolas en el área. Aunque no está habitadas, las concentraciones son escandalosas: más de 3.200 miligramos de plomo por kilo de tierra (mg/kg), cuando por norma cuando se superan los 900 ó 1.000 mg/kg deben tomarse medidas. Allá no hay medidas.
El Colegio Médico lanzó su tesis de que es este polvo el que está llegando al sector sur de Antofagasta. Que los fuertes vientos arrastrarían el contaminante.
Pero la Autoridad Sanitaria desacreditó esta versión y la calificó de irresponsable, porque según sus estudios técnicos, ello es imposible, debido a que los vientos soplan en otra dirección, que las partículas de plomo son demasiado pesadas (no "volarían" más de 150 metros) y que además hay un cordón de cerros que actúan como barrera natural.
CONTAMINACION
El Gobierno admite que la zona de Portezuelo está contaminada y anunció que se adoptarán medidas al respecto, pero descartó de plano que sea el plomo que se acopia allá el que esté llegando a la ciudad.
¿Qué medidas se adoptarán? Primero, hay que aclarar que Portezuelo está bajo la administración de la Empresa Portuaria Antofagasta (EPA), por lo que ella es la encargada de mejorar la seguridad del recinto. Trascendió que EPA encapsulará la estación de acopio parta hacerla completamente hermética. El proyecto superaría los 3 millones de dólares.
Aunque EPA no ha confirmado este proyecto, este blog obtuvo la información desde la Autoridad Sanitaria. El plan considera además estudios de suelo, aire y agua. En estos momentos la iniciativa está e la ingeniería de detalle y en la definición de costos.
DESIDIA
Lo inconcebible es que el Gobierno haya hecho estas indicaciones recién ahora, a fines del año 2006, siendo que Portezuelo funciona desde 1998. Es decir, ocho años en que se sabe que se está contaminando ese sector y no han hecho nada.
Y aclaro que se sabe que contaminaba, porque Portezuelo fue creado por decreto de emergencia para sacar de una vez por todas el plomo que hasta ese entonces se acopiaba en Ferrocarriles y de verdad enfermaba a los niños, tal como lo acredita este estudio. Como fue un decreto de emergencia, no hubo estudio de impacto ambiental, es decir, no se analizó el efecto en el medio, pero es claro que apilar plomo al aire libre contamina. Bueno, recién ahora se está tratando de solucionar el problema.
Este es un nuevo episodio en la conflictiva relación entre Colegio Médico y autoridades del Gobierno Regional, que en su momento seguiremos contando para que se enteren de las cosas que ocurren en Antofagasta.